Decía que
las mariposas eran las palabras que se decían al oído, que cuando se escuchaban
eran demasiado hermosas para retenerlas, e inevitablemente debían volar. Que a
las palabras le crecían alas cuando la mano que vestía su espalda se enredaba
en el pelo, y soplaban acompañando la cadencia del viento que eriza la piel, y
hace temblar un poco las piernas. Decía esas cosas mientras revoloteaba por
todo el cielo bailando con la tristeza del mar y con el vigor de las olas.
Visitaba los espacios y las galaxias, los ríos y las calles, el sol y la noche
más oscura. Y siempre decía las mismas cosas, siempre buscaba la mariposa de colores
enamorados con el deseo posado en sus alas. Me fascina pensar en eso… en cada
palabra que no vemos porque la boca está rozando la cara, se desprende una
mariposa. En cada mariposa hay una lágrima posada en su ala que le demora el
vuelo. La lágrima suspendida trasciende los universos con la furia de las olas.
Las mariposas siempre sobrevolarán los mares porque lo más hermoso nos hace
levantar la vista al cielo. Y de pronto ahí, como el rayo de una nube que
agoniza en la tormenta, en un suspiro inevitable, nos damos cuenta de que en
puntas de pie la danza de las palabras aladas está mucho más cerca de los oídos
de lo que pensábamos, que sólo hay que alzarse al vals del viento y decir:
estas son tus alas enamoradas.
domingo, 30 de diciembre de 2012
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Música de madrugada
Todavía
siento tu risa
como una
tonada en la sala
y es que el
tiempo estéril de dolor
en sus
articulaciones lacerantes
fue ajando
con tibieza los besos
los vastos
mares de los que hablaban
y las
palabras que tus labios mojados dijeron
No hay luna
plateada dibujada en la laguna
ni miradas
recostadas que a través de los árboles
intenten
ponerle nombre a las estrellas
No hay
cosquillas ni colillas de cigarrillo en el agua
No hay
amanecer que se atreva
a delinear
con los dedos una caricia
cuando la
arena refracte las primeras chispas del sol
y nos
descubra como si fuéramos uno
y nos
invente
como si
fuéramos todo
El dolor
vestido de tiempo
con una
tibia tonada te fue olvidando
y lacera un
poco pensar que tu risa se siga escuchando
porque sea
lo mismo que tu belleza
extensa como
los mares
alegre como
la luna
innombrable
como las estrellas
y explotará siempre
y musicalizará
todo inevitablemente
a donde
quiera que vayas
jueves, 22 de noviembre de 2012
Río
Habrá que abrir los ojos
en el río marrón
para ver con cierta precisión
lo que flota atascado y lo que mueve
Nadie se quedó sin vista
por abrir los ojos en el vórtice
en el jugo y el polvo enredados
en la sangre y el porvenir
enlazados
Nadie es tan hermoso como la luna
para tatuarse plateado en el agua
Habrá que escapar de las correntadas
y perseguir los recodos más amables
Agrandar el pecho y con la boca
abrazar el aire y el temor
Sumergirse
mojarse hasta las tripas
y en el medio de toda la muerte
buscar algo por lo que valga la pena vivir
domingo, 11 de noviembre de 2012
Tu nombre
Cuando mi boca aventure tu beso
cuando mi piel beba tu sudor
ni una palabra nombraré
porque no habrá nada que no haya dicho ya
Y el silencio estremecerá las soledades
y mañana será lo mismo que ayer
y la noche lo mismo que el día
la luz se desparramará en lo oscuro
cuando no pueda recordar tu nombre
porque te llames igual que todas las cosas
cuando no pueda decir tu nombre
porque tu boca esté sobre la mía
lunes, 5 de noviembre de 2012
El recorrido de los colores
Me gusta que el sol
haya aparecido día a día
durante millones de
años en la misma ventana que da al patio
pero que nadie me
pueda asegurar que mañana lo hará
Me gusta que cuando
llovizna y al sol se le mojan las espinas
la gente se ponga
contenta y vea colores en las nubes
Me gusta no saber si
mañana llueve
Me gusta no saber
qué sabor tendrán tus espinas
Me gusta pensarte
refractada en colores estridentes
Me gusta la idea de que
si mañana el sol saliera
como hace millones
de años
en el mismo vidrio
despertando las mismas plantas
le quitaría una
astilla sin que lo notara
y escabullido entre
la multitud peregrinante
pincharía una nube
mientras te prepares el café que te levanta
para que en la
ventana del living donde te lo tomás
que da a la plaza
que hace millones de años que el sol entretiene
se detuvieran las
gotas de todos los colores
amarillos, verdes,
rojos, naranjas gravitando en el vidrio
y mires sonrojada si
se terminó de disolver el azúcar
Me gusta verte reír
martes, 9 de octubre de 2012
Entre las rejas de la ventana
Cuando más negras las nubes muertas
velan la madrugada -
despabilada -
tiznan los edificios carbónicos - imprecisos -
la guitarra se hace noche
y las penas acordes
Sobre la mesa un diario viejo
un Black Russian, una lámpara quemada
un libro de poesías que le regalaron y nunca leyó
un gato que se traga los pelos
un espejo, una mochila con agujeros
sus piernas ligadas
Llora la melodía
la gota musicalizada
le delinea la cara
los ojos oceánicos
Y sin ponerme mal
la miro como a las nubes que se consumen
entre las rejas de la ventana
y blasfemo que fuera mucho más hermosa
cuando la noche es lamento de guitarra
y su cuerpo agua
lunes, 24 de septiembre de 2012
Desahogo
No me gusta
la poesía buena. No me gusta contar sílabas. Me aburre fijarme en qué fonema
terminan los versos. Me molestan los juegos intelectualosos de palabras raras
que en alguna de sus acepciones crean alguna disonancia. Me inquietan las
metáforas forzadas, me dan risa las rimas. Me caen mal los que escriben y no
leen, porque son como los que hablan y no escuchan. No me gusta la poesía buena
desligada del sentimiento, no me gusta la poesía que sólo divierte porque creo
que para eso están los bares; al igual que odio la poesía que deja enseñanzas y
moraliza porque no creo que nadie le tenga que decir qué hacer a alguien que no
conoce. En fín, si la poesía no tiene tripa, prefiero hacer crucigramas.
Desenlace de humo
Se pregunta cuándo habrá
surgido el tiempo
mientras prende el
cigarrillo.
Esa película oriental le escindió
el sueño
y los dedos tímidos arpegian
la espalda de ella
que se lía en las frazadas
La cadencia del ventilador
ensordece y estremece el
desvelo
derrama el humo frío
y jadea el tabaco agonizante
Piensa en los chinos
si fuera realmente posible
detener el tiempo en el sexo
contenerlo en el calor
paralizarlo en gemidos
Apaga el cigarrillo y le
besa el cuello
Se ríe solo
medita su locura
le dan risa los asiáticos
El ritmo del reloj
se acopla en el compás del
viento
inhala el aire alquitranado
y de a poco cierra los ojos
El insomnio se va
cuando el tiempo regresa
murmura ensoñando
respirando y riendo.
Césped
Adormecido en el verde
y un árbol que envuelve
el sosiego de la trova de los pájaros
No me cuesta dormirme en el pasto
porque el suelo tiene tu olor
y me tranquiliza respirarte dormido
soñarte fragmentada
en una polaroid arenosa
arropados por el mismo árbol
oyendo los mismos pájaros
el sosiego de la trova de los pájaros
No me cuesta dormirme en el pasto
porque el suelo tiene tu olor
y me tranquiliza respirarte dormido
soñarte fragmentada
en una polaroid arenosa
arropados por el mismo árbol
oyendo los mismos pájaros
y contarte historias
de revoluciones y cantores
de momentos precisos
y lugares perfectos
y que pronto vuelva el desvelo
y a pocos metros
no pueda mirarte
de revoluciones y cantores
de momentos precisos
y lugares perfectos
y que pronto vuelva el desvelo
y a pocos metros
no pueda mirarte
jueves, 16 de agosto de 2012
Espiral
El caracol en
la playa,
ella, en la orilla
con la arena y la espuma
enmarañada
confundiéndose con su cuerpo.
ella, en la orilla
con la arena y la espuma
enmarañada
confundiéndose con su cuerpo.
El caracol que
escudriña el mar
bajo la noche fría y oscura,
el mar que la busca a ella
con sus olas ensortijadas.
La noche se esconde tras la luna
que revolotea entre las estrellas
y las estrellas que iluminan apenadas,
celosas,
la figura de ella,
su cabello enrizado
entintado en mar
enrizado,
bajo la noche fría y oscura,
el mar que la busca a ella
con sus olas ensortijadas.
La noche se esconde tras la luna
que revolotea entre las estrellas
y las estrellas que iluminan apenadas,
celosas,
la figura de ella,
su cabello enrizado
entintado en mar
enrizado,
como las
estrellas que juegan con la luna,
como una luna que hincha el mar,
que con vastas olas
la intentan alcanzar.
Como las líneas del caracol
que en su lento andar
va dejando sobre la arena
grabado el porvenir.
como una luna que hincha el mar,
que con vastas olas
la intentan alcanzar.
Como las líneas del caracol
que en su lento andar
va dejando sobre la arena
grabado el porvenir.
Pez
Gritaba como el arroyo
y él, y el arroyo
y él, también arroyo
diluye sus penas
lanza sus lágrimas
y las piedras
erosiones y restos
que una mujer le han urdido
Se ahogaba como el sedimento
y él, y el arroyo
y él, también arroyo
diluye sus penas
lanza sus lágrimas
y las piedras
erosiones y restos
que una mujer le han urdido
Se ahogaba como el sedimento
y él, y el sedimento
y él, también sedimento
y también arroyo
aletea como los peces pequeños
que huyen
y alza la cabeza buscando aire
y choca las piedras que él mismo lanzaba
porque él es piedra,
y también la mano que la lanza
Se desgajaba como una naranja
como el sol naranja se desgarra en el ocaso
como el sedimento que se agita con fuertes pasos
como la lágrima que acaricia el río
y ya no es río
como la mano que se enjuaga las penas
como un pez que vuela
a través del arroyo
y él, también sedimento
y también arroyo
aletea como los peces pequeños
que huyen
y alza la cabeza buscando aire
y choca las piedras que él mismo lanzaba
porque él es piedra,
y también la mano que la lanza
Se desgajaba como una naranja
como el sol naranja se desgarra en el ocaso
como el sedimento que se agita con fuertes pasos
como la lágrima que acaricia el río
y ya no es río
como la mano que se enjuaga las penas
como un pez que vuela
a través del arroyo
Renacer
- …y cada vez que la volvía a ver
ella era otra -
cabello de viento
y asido a la vez
piel de gota
muslos de tormenta
aliento espliego
soplido montaraz
y la libertad
ella era otra -
cabello de viento
y asido a la vez
piel de gota
muslos de tormenta
aliento espliego
soplido montaraz
y la libertad
posada en sus brazos bien abiertos
- … y cuando creía que bebería de mi mano
se volatizaba, y huía como niebla -
pasos ausentes
y el perfume que siempre está
embelesando un sueño
lamiendo la vigilia
y en un bostezo
parecía envolver el mundo
enlazando las nubes, con los ríos
y las flores
- … y todo lo que había a su alrededor
se transformaba en otra cosa -
su beso se confundía con la ternura
su palabra, con un viejo árbol
que todo lo comprende
pero no augura amor
y un poema que la va delineando
que se distorsiona y vaticina su muerte
sólo quedarán versos blancos
trazados en el silencio
hasta que regrese con su cabello de viento
e invente nuevos lenguajes
como nubes, ríos y flores
para intentar retenerla
aunque ya no sea yo cuando lo escriba.
- … y cuando creía que bebería de mi mano
se volatizaba, y huía como niebla -
pasos ausentes
y el perfume que siempre está
embelesando un sueño
lamiendo la vigilia
y en un bostezo
parecía envolver el mundo
enlazando las nubes, con los ríos
y las flores
- … y todo lo que había a su alrededor
se transformaba en otra cosa -
su beso se confundía con la ternura
su palabra, con un viejo árbol
que todo lo comprende
pero no augura amor
y un poema que la va delineando
que se distorsiona y vaticina su muerte
sólo quedarán versos blancos
trazados en el silencio
hasta que regrese con su cabello de viento
e invente nuevos lenguajes
como nubes, ríos y flores
para intentar retenerla
aunque ya no sea yo cuando lo escriba.
El amor
Una caricia al despertar
en la mañana,
un suspiro
al levantar de la cama,
un grano de café
coloreando la taza,
el fuego del fósforo
envolviendo un cigarrillo,
la gente, los perros y los autos
a través de la ventana,
la brisa que se escurre
arañando la espalda,
colisión de hojas
en el acople de
árboles,
el sol sereno
que arropa las calles,
periódico de noticias
con tinta de flores,
arpegio de tonos mayores
tiritando en la sala,
Bombilla y yerba
Enredándose en el parque,
Crepúsculo afable
Que agasaja la luna,
pieles trenzadas
bajo las frazadas,
ojos dormidos
oscuridad y sosiego.
Piel de tinta
Lee silenciosa,
en la oscuridad
muda.
A un halo que se desprende débil
de un farol del parque,
orienta las hojas.
Las pasa despacio,
para no distraer el silencio,
para no entorpecer la noche.
Anhela encontrar en las palabras
el sosiego ya olvidado.
Una frase
como un sortilegio,
una expresión
que vaticine el encanto.
Se extingue el halo
y pronto su cuerpo deviene en palabras.
Imprecisos y difusos garabatos
urden su figura.
Bajo algún otro farol,
me estaré convirtiendo también
en voces, en letras
que se dibujan en mis extremidades,
y que sólo anhelan
entorpecer su silencio,
despistar su noche.
martes, 7 de agosto de 2012
El escaramujo
Como no puede ser de otra manera, el primer “posteo”
(o como se diga acá) va a ser dedicado a la canción que lleva el nombre el
título del blog “El escaramujo” de Silvio Rodriguez. En primer lugar, por un
simple homenaje al trovador cubano que me acercó un poco a la poesía, y por
otra parte, porque tiene excelentes frases, como “yo vivo de preguntar, saber
no puede ser lujo”, o bien “Si el saber no es un derecho, seguro será un
izquierdo”. Además, creo que en la poesía, por más pos-vanguardista que sea, siempre
va a estar contaminada un poco de rosa y de mar, como el escaramujo. Acá abajo
la letra:
¿Por qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza
con otra, como un dibujo?
Y ¿por qué el escaramujo
es de la rosa y el mar?
Yo vivo de preguntar:
saber no puede ser lujo.
El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.
Soy aria, endecha, tonada,
soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar:
soy el destino del mar:
soy un niño que pregunta.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza
con otra, como un dibujo?
Y ¿por qué el escaramujo
es de la rosa y el mar?
Yo vivo de preguntar:
saber no puede ser lujo.
El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.
Soy aria, endecha, tonada,
soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar:
soy el destino del mar:
soy un niño que pregunta.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.
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